¿Hemos alcanzado el punto máximo de pesimismo en la deuda de los mercados emergentes?
Alejandro Arévalo y el equipo de deuda de mercados emergentes de Jupiter sostienen que esta clase de activos podría ofrecer gran cantidad de oportunidades en 2022 debido a sus muy bajas valoraciones relativas.

A los inversores les preocupan China, el COVID, la inflación, el aumento de los tipos de los bonos del Tesoro de EE. UU. y la revalorización del dólar. Sin embargo, existen motivos para pensar que las perspectivas para 2022 no son tan malas: si los inversores erraron tanto este año, ¿podrían estar equivocándose también respecto a 2022?
Aunque 2021 no ha sido el año récord que algunos expertos vaticinaban, lo cierto es que a la deuda emergente le ha ido razonablemente bien. La deuda corporativa Investment Grade ha perdido alrededor de un 0,40% al momento de escribir estas líneas, superando ampliamente a la deuda estadounidense de similar calificación. La deuda High Yield de los mercados emergentes, que se considera de mayor riesgo que los bonos con buenas calificaciones, ha ido por detrás de los títulos High Yield estadounidenses, pero ha rendido más de un 2%. 1
2021 también ha sido un año marcado por las considerables subidas del dólar y los tipos de interés. La ortodoxia dirá que la deuda emergente es vulnerable ante estos factores, pero lo cierto es que ha dado muestras de una notable resiliencia. Con algunas excepciones, los países emergentes son mucho más prudentes en la actualidad y también dependen mucho menos de la financiación externa de los mercados desarrollados, dado que existen muchos más inversores locales que suelen invertir con horizontes más largos.
Una de las razones por las que la deuda emergente ha ido por detrás de los mercados desarrollados es que los países emergentes han tenido que endurecer su política monetaria más rápido. Al ser más sensibles a la inflación de los alimentos y la energía que ha sido la nota dominante de este año, casi todos los bancos centrales de los países emergentes tomaron medidas para enfriar las presiones sobre los precios. Esperamos que esta inflación sea en gran parte transitoria y que se ralentice en 2022, sobre todo teniendo en cuenta que ya hemos asistido a un movimiento importante del dólar estadounidense. Eso dará margen de maniobra a las autoridades de los mercados emergentes y permitirá que se estabilicen los tipos de interés.
El sentimiento del mercado hacia los países emergentes se ha vuelto excesivamente pesimista. La deuda emergente ya es una de las áreas de la renta fija con menos presencia en las carteras, sobre todo la deuda corporativa, y durante los últimos meses los inversores han reducido aún más sus exposiciones. Nuestra larga experiencia nos dicta que invertir en periodos en los que el sentimiento es negativo puede dar muchas alegrías, sobre todo en los mercados emergentes. Además, cuando se ajustan por las calificaciones, los bonos High Yield emergentes, que tienen notas crediticias más bajas que los bonos considerados como los más seguros, no han estado tan baratos en los últimos cinco años frente a los bonos High Yield de los países desarrollados.
Esperamos que el posible arranque de la inflación cree más oportunidades para nosotros y recompense los procesos de inversión basados en el análisis fundamental. Por ahora, dentro de nuestras estrategias la duración3 se mantiene baja, lo que significa que, si los tipos de interés suben, podría ser beneficioso, y prácticamente no tenemos riesgo en divisas emergentes. Estamos protegiendo las carteras frente al aumento de la inflación invirtiendo en empresas con exposición al dólar estadounidense y capaces de trasladar la inflación a los consumidores. Seguimos encontrando gran cantidad de oportunidades de inversión, como empresas latinoamericanas con exposición a la fortaleza del consumo estadounidense, empresas de energías renovables, empresas logísticas en la India, e incluso estamos encontrando oportunidades con valoraciones hundidas en Turquía y China.
Rendimientos atractivos
En un mundo en el que el 90% de la renta fija rinde menos del 3%, los rendimientos más elevados y la prima de diferencial que ofrece la inversión en los mercados emergentes resultan difíciles de obviar atendiendo únicamente a los rendimientos; 2022 podría brindar mejores oportunidades de inversión de lo que muchos piensan.
Bajo la superficie, la deuda emergente alberga algunas sorpresas en lo que a rentabilidad se refiere. A pesar de los titulares alarmistas, Turquía y Argentina están en positivo en lo que va de año. Por otro lado, China, que suele ser la locomotora de los estímulos en los mercados emergentes, está en números rojos en el año. Eso pone de relieve el valor de la diferenciación dentro de la deuda emergente, que siempre hemos creído que era el método clave para generar alfa, en lugar de considerar esta clase de activos como un todo homogéneo.
2 Fuente: Bloomberg, a 9 de noviembre de 2021.
3 La duración mide la sensibilidad del precio de un bono a los cambios en los tipos de interés.
Descubre más sobre las Perspectivas de Inversión 2022
Perspectivas de Inversión 2023: El incómodo equilibrio de Japón
Perspectivas de Inversión 2023: ¿Están en su momento justo los mercados emergentes?
Perspectivas de Inversión 2023: Evitar las predicciones para centrarse en tendencias sostenibles
Perspectivas de Inversión 2023: Los bancos europeos merecen algo de crédito
Perspectivas de Inversión 2023: ¿En camino hacia un aterrizaje suave?
Perspectivas de Inversión 2022: the value of active minds
Ante el comienzo de otro año de pandemia, los inversores y el mundo en general se enfrentan de nuevo a la necesidad de equilibrar de forma activa tanto las oportunidades como los riesgos.
The value of active minds – pensamiento independiente