Por qué 2021 será el «el año de la plata»
Por qué 2021 será el «el año de la plata»
Si 2020 fue el año del oro, 2021 podría ser el año en el que la plata reduce diferencias.
El oro vuelve a brillar
Durante el último año el precio del oro ha alcanzado máximos históricos después de que los mercados volvieran a reconocer la valía del metal amarillo como refugio último cuyo valor puede mantenerse y, de hecho, aumentar durante las fases de volatilidad. La tormenta monetaria perfecta lleva mucho tiempo gestándose. Tras las rachas alcistas del oro y la plata se encuentran el compromiso aparentemente sine die de la Reserva Federal de EE. UU. con los bajos tipos de interés, su programa de compras ilimitadas de bonos, que ha disparado su balance hasta los 7 billones de dólares, y el fuerte aumento del gasto público, factores todos ellos que alimentan la desconfianza en el dólar estadounidense. Los rendimientos «reales» (la rentabilidad que los inversores en bonos pueden esperar conseguir después de descontar la inflación) de EE. UU. han entrado en territorio negativo, lo que significa que muchos tenedores de bonos del Tesoro estadounidense se anotarán pérdidas una vez deducida la inflación, lo que coloca al oro y la plata como los verdaderos depósitos de valor.
En un entorno macroeconómico políticamente cargado, también conviene recordar que el oro es una moneda «apolítica», en el sentido de que no es emitido por un banco central o un gobierno. Por el contrario, el dólar estadounidense tiene un componente muy político, y su posición privilegiada dentro del sistema financiero mundial está cada vez más en entredicho.
Esperamos que estas tendencias continúen en 2021. Cabe esperar un paquete de estímulos presupuestarios en EE. UU. que el país no puede permitirse, una Reserva Federal al rescate y nuevas caídas de los tipos de interés reales. En este entorno, el precio del oro debería mantenerse firme. Si la Reserva Federal decretara una política monetaria aún más extrema en 2021 (como la teoría monetaria moderna o el «helicóptero del dinero») para sostener los planes de gasto público, sería aún más alcista para el oro en su condición de cobertura frente a la inflación.
En un entorno macroeconómico políticamente cargado, también conviene recordar que el oro es una moneda «apolítica», en el sentido de que no es emitido por un banco central o un gobierno. Por el contrario, el dólar estadounidense tiene un componente muy político, y su posición privilegiada dentro del sistema financiero mundial está cada vez más en entredicho.
Esperamos que estas tendencias continúen en 2021. Cabe esperar un paquete de estímulos presupuestarios en EE. UU. que el país no puede permitirse, una Reserva Federal al rescate y nuevas caídas de los tipos de interés reales. En este entorno, el precio del oro debería mantenerse firme. Si la Reserva Federal decretara una política monetaria aún más extrema en 2021 (como la teoría monetaria moderna o el «helicóptero del dinero») para sostener los planes de gasto público, sería aún más alcista para el oro en su condición de cobertura frente a la inflación.
Los mejores días de la plata están por venir
Entretanto, el denominado green new deal en EE. UU. sería alcista para la plata, la volátil y díscola hermana menor del oro. Si 2020 fue el año del oro, 2021 podría ser el año en el que la plata reduce diferencias. Los usos industriales suponen casi la mitad de toda la plata que se compra. Se utiliza en paneles solares, baterías, diversos dispositivos electrónicos y como elemento antimicrobiano de uso médico, lo que significa que la demanda de plata cada vez es mayor y no haría sino aumentar en caso de que se lance el green new deal. En 2021, esperamos que los mercados tomen conciencia de la doble importancia de la plata como componente tecnológico y como metal monetario que actúa como depósito de valor.
La plata también es altamente sensible a los flujos de capitales y conviene recordar que en 2011, cuando los mercados también estaban en modo «hacer lo que sea necesario», como en la actualidad, la plata llegó hasta los 50 dólares por onza. En la espiral alcista de los metales monetarios de 1980, que puso en verdadero peligro el sistema de petrodólares, la plata subió a rebufo del oro y tocó brevemente la cota de los 50 dólares por onza. Ajustada por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo desde 1980, esos 50 dólares por onza suponen un nivel sustancialmente más alto que el precio de la plata al contado en el momento actual, lo que sugiere que los mejores días de la plata podrían estar por venir.
La plata también es altamente sensible a los flujos de capitales y conviene recordar que en 2011, cuando los mercados también estaban en modo «hacer lo que sea necesario», como en la actualidad, la plata llegó hasta los 50 dólares por onza. En la espiral alcista de los metales monetarios de 1980, que puso en verdadero peligro el sistema de petrodólares, la plata subió a rebufo del oro y tocó brevemente la cota de los 50 dólares por onza. Ajustada por la inflación y la pérdida de poder adquisitivo desde 1980, esos 50 dólares por onza suponen un nivel sustancialmente más alto que el precio de la plata al contado en el momento actual, lo que sugiere que los mejores días de la plata podrían estar por venir.
¿Podrían despuntar en 2021 las empresas extractoras de oro y plata?
Por último, probablemente veamos un auge de las operaciones corporativas y la exploración de nuevos y grandes yacimientos de oro y plata durante los próximos doce meses. La crisis que sufren las grandes empresas extractoras de oro y plata por la reducción de las reservas es notoria desde hace décadas. Esta crisis ha provocado una fuerte subida de los precios del oro y la plata y ha llevado al mercado a centrarse en la necesidad de concentración. Anteriormente, unos precios ilógicamente bajos del oro y la plata impidieron a las empresas mineras emprender en suficiente cantidad las actividades de exploración y desarrollo necesarias para impulsar las reservas. El sector de la minería del oro ha registrado fusiones y adquisiciones por valor de unos 20.000 millones de dólares este año y esta cifra bien podría duplicarse en los próximos seis meses. En mi opinión, nos encontramos actualmente en el punto de inflexión de una inminente oleada de operaciones corporativas y exploración en el sector.
¿Podrían despuntar las acciones de empresas mineras y convertirse en la historia de éxito de 2021? Cuando los precios del oro y de la plata suben, los valores de las empresas mineras suelen subir (y bajar) más que los precios de los propios metales. Los costes de los servicios y la maquinaria para el sector minero están en deflación y, debido a la relajación en el gasto público y la política monetaria, podemos esperar que los precios del oro y la plata sigan registrando un movimiento sostenido al alza. Lo anterior crea un potente entorno para las acciones de empresas extractoras de oro y plata, máxime si tenemos en cuenta que la subida de los precios del oro y la plata todavía no se ha reflejado plenamente en las valoraciones de estas empresas.
¿Podrían despuntar las acciones de empresas mineras y convertirse en la historia de éxito de 2021? Cuando los precios del oro y de la plata suben, los valores de las empresas mineras suelen subir (y bajar) más que los precios de los propios metales. Los costes de los servicios y la maquinaria para el sector minero están en deflación y, debido a la relajación en el gasto público y la política monetaria, podemos esperar que los precios del oro y la plata sigan registrando un movimiento sostenido al alza. Lo anterior crea un potente entorno para las acciones de empresas extractoras de oro y plata, máxime si tenemos en cuenta que la subida de los precios del oro y la plata todavía no se ha reflejado plenamente en las valoraciones de estas empresas.
Por favor, tenga en cuenta
Los movimientos de los mercados y de los tipos de cambio pueden provocar alteraciones al alza o a la baja del valor de una inversión, y es posible que usted no recupere todo el capital inicialmente invertido. Las opiniones expresadas en este documento pertenecen a las personas mencionadas en el momento de su redacción, no coinciden necesariamente con las de Jupiter como empresa y podrían estar sujetas a cambio. Eso es algo que sucede sobre todo durante periodos en los que las circunstancias del mercado cambian rápidamente.
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