Una de las ventajas de invertir en la región de Asia-Pacífico es que no solo acoge algunos de los mercados emergentes más dinámicos y que más crecen; también alberga algunos mercados desarrollados muy maduros. Desde la perspectiva del inversor, esta amplitud de oportunidades da mucho juego para crear carteras diversificadas que pueden aprovechar lo mejor que la región tiene que ofrecer. En el caso concreto de Australia, estamos ante un mercado desarrollado que a menudo los inversores internacionales pasan por alto, pero que, en nuestra opinión, se encuentra en una situación geográfica y demográfica única para prosperar.
Vivir en las antípodas
«Mercado desarrollado» y «crecimiento de la población» son dos términos que no suelen aparecer juntos. Los datos de UBS y Refinitiv muestran que desde comienzos de este siglo, el crecimiento de la población en EE. UU., Reino Unido, Francia, Japón y Alemania ha descendido desde los niveles de 1990 para colocarse sistemáticamente por debajo del 1% anual de media, hasta el punto de que en la década de 2000 en Alemania y en la década de 2010 en Japón las poblaciones menguaron.

Por el contrario, Australia presenta un crecimiento demográfico más similar al de un mercado emergente, ya que ha aumentado desde la década de 1990 y se mantuvo en el 1,5% en los 20 años anteriores al COVID, lo que le sitúa al nivel de la India, Malasia y Filipinas.
Crecimiento anual de la población por década
Crecimiento anual de la población por década
Fuente: Australian Equity Strategy – 4 reasons why Aussie stocks should stand out over the next decade © UBS 2022.
Este rápido crecimiento demográfico supone que las empresas australianas disponen de una base de clientes que crece a los que pueden ofrecer sus bienes y servicios. Una enorme cantidad de personas no basta por sí misma, pero un aspecto importante es que los inmigrantes que recibe Australia suelen ser personas con dinero o cualificados, lo que significa que pueden realizar rápidamente una contribución significativa a la economía. A modo de ejemplo, según datos del Credit Suisse Research Institute, la riqueza media por adulto en Australia es de 275.000 dólares, una cifra superior a la del Reino Unido, Francia e incluso Suiza, y sigue aumentando.
Un entorno favorable para las empresas … y los inversores
El destino de una nación está determinado, al menos en parte, por su geografía. Australia es claramente un país inmenso en términos de masa continental, pero también es geográficamente remoto y, además, está separado de gran parte del mundo angloparlante por una gran diferencia horaria. Esto hace que hacer negocios sea un reto logístico, desincentivando así la entrada de nuevos competidores en el mercado australiano, pese a que la rentabilidad empresarial es elevada para los operadores consolidados en sectores concentrados.

Una rentabilidad empresarial elevada y sostenible ya es un rasgo atractivo para los inversores, pero Australia ofrece una zanahoria extra a los que buscan rentas: la rentabilidad por dividendo de las empresas australianas cotizadas casi duplica la media mundial. Este hecho es especialmente pertinente ahora que entramos en un periodo de crecimiento económico global más lento y posiblemente prolongado, y ofrece a los inversores en renta variable con enfoque de rentas un coto de caza fértil para encontrar acciones de alta rentabilidad por dividendo sin tener que hacer concesiones con la calidad de las empresas.

Las empresas australianas también han demostrado estar relativamente aisladas del ciclo económico mundial, al menos en lo que respecta a su cuenta de resultados, gracias sobre todo a su tendencia a estar más orientadas a su mercado interno que a los mercados internacionales. Eso no quiere decir que Australia se haya disociado completamente; indudablemente, los valores de recursos naturales y, hasta cierto punto, los de servicios financieros se van afectados por la coyuntura económica mundial. Pero si se excluyen estos dos sectores, entonces el beneficio neto de la renta variable australiana presenta menos de la mitad de correlación con el crecimiento del PIB mundial que el resto del mundo desarrollado1 .
¿Se ha pasado por alto injustamente a Australia?
Las acciones australianas han estado sobreponderadas de forma considerable en nuestra estrategia de renta variable con reparto de dividendo de Asia-Pacífico (menos Japón) desde su lanzamiento, tanto por las razones macroeconómicas mencionadas anteriormente, como por las cualidades específicas de los valores de las empresas que cotizan allí. Sin embargo, nos da la impresión de que se pasa por alto el mercado australiano a escala mundial. Las razones no se conocen a ciencia cierta, pero podría ser porque Australia generalmente queda agrupada en los índices bursátiles junto a muchos mercados emergentes, lo que hace que parezca una excepción curiosa.

También podría ser, y existen más argumentos para ello, porque los inversores se fijan en su efervescente mercado inmobiliario y el alto endeudamiento de sus consumidores y temen que algún día pueda producirse un ajuste de cuentas similar al de 2008. No desechamos completamente estas inquietudes (tenemos poca exposición directa al mercado inmobiliario australiano, por ejemplo), pero para nosotros existen pruebas más persuasivas en el otro lado de la balanza: los fundamentales de la economía australiana son tremendamente sólidos gracias a una tasa de desempleo baja, un endeudamiento público reducido y un gran superávit por cuenta corriente.

En última instancia, creemos que una combinación de fuerzas favorecerá la bolsa australiana durante los próximos años y prevemos que este mercado batirá a muchos de sus homólogos regionales y mundiales. Por todo ello, sigue siendo el país con más peso en nuestra cartera.
1 Fuente: Australian Equity Strategy – 4 reasons why Aussie stocks should stand out over the next decade © UBS 2022.

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